La bioconstrucción es un sistema de construcción de inmuebles que tiene como premisa integrar el edificio con su entorno natural. Para conseguirlo, se caracteriza por la elección de materiales y técnica que se adaptan al paisaje, conociendo cómo funciona la naturaleza y procurando ocasionar el mínimo impacto posible en el medio ambiente.
Además, los espacios interiores también siguen las mismas premisas, por lo que genera en el individuo la sensación de formar parte del entorno de la construcción.
Beneficios de la bioconstrucción
Esta técnica está basada en cuatro premisas fundamentales: materiales naturales, sostenibilidad, colaboración y bienestar. De esta forma, las ventajas de contar con edificaciones construidas con esta técnica están relacionadas con estos cuatro principios.
Uno de los principales beneficios es que las técnicas de construcción son sencillas de aprender. Esto da pie para que las personas se involucren en la construcción, aportando ideas e impresiones que ayudarán a que el resultado final se adapte plenamente a sus necesidades. Todo ello promueve el trabajo colaborativo en equipo.
El costo de este tipo de construcciones es menor al de una construcción tradicional, ya que utiliza materiales naturales, generalmente extraídos del mismo lugar, que sean poco manufacturados y poco adulterados. Es por ello que al final de la vida útil de la edificación, los materiales pueden ser reutilizados o volver al entorno ocasionando un impacto muy bajo. Además, la metodología y el proceso de construcción también tienen un bajo impacto ambiental.
El gasto energético de estas construcciones es realmente bajo, ya que los materiales no son transportados durante largas distancias. La bioconstrucción es un proceso que se efectúa de manera local, por lo que las soluciones deben provenir del mismo ambiente y de sus alrededores. Además, promueve el empleo y la economía local.
Los espacios obtenidos en este tipo de inmuebles son sanos, libres de agentes tóxicos o contaminantes, lo que mejora la calidad del aire y la salud de quienes habitan estos espacios.
La bioconstrucción en Mallorca
Los edificios resultantes de esta técnica no son construcciones necesariamente iguales por todos sus lados. Una de las características más destacadas es que se adaptan al clima, a las necesidades y a las costumbres de las personas que vivirán en el inmueble.
En Mallorca, elegimos materiales como la paja o la madera, teniendo en cuenta las propiedades climáticas de la zona. Además, nos centramos en el ahorro energético durante y después de la construcción del inmueble. Aprovechamos la luz y la energía aportada por el sol de estas tierras para contar con una mayor ventilación e iluminación natural, utilizando para ello energías renovables que suplan las necesidades de la vivienda.
Por ello, la bioconstrucción es una de las mejores opciones a la hora de realizar nueva obra o reformas integrales en Mallorca.